martes, 10 de enero de 2012

Las alegorías de la flor de loto

Jesús Morales


Uno de los símbolos más antiguos de nuestro planeta es la flor de loto. Representa lo Sagrado, la pureza y el desarrollo espiritual. En la Iconografía ancestral del arte asiático, encontramos a la flor de loto representando a la creación y a la pureza. La flor de loto con muchos pétalos representa el sol que emerge del océano cósmico. .

Ante tan ampliamente conocida y a la vez enigmática  alegoría, lo menos que podemos preguntarnos es: ¿De dónde viene la flor de loto?

Su nombre científico es Nymphaea caerulea, es también conocida como Loto de Egipto, Loto azul egipcio o Nenúfar azul, es una especie de planta acuática perteneciente a la familia de las ninfeáceas. Se dice que su hábitat original pudo haber sido a lo largo del Nilo y otras áreas del este de África, y que con el correr del tiempo se extendió por diferentes zonas de La India llegando a Tailandia.

Hoy en día una variación de esta planta (El lirio de agua blanco) es usada con fines medicinales. El loto azul se usa en medicina y en la alimentación. La raíz seca y el rizoma del lirio blanco de agua se suministran vía oral para tratar afecciones gastrointestinales, genitales y bronquiales. Las hojas y raíces de esta flor también se emplean en tratamientos externos a través de cataplasmas para combatir diferentes afecciones dermatológicas. También es empleada en la preparación de infusiones para tratar lesiones e inflamación asociadas con las membranas mucosas ya que  el tejido de esta planta posee propiedades astringentes y antibióticas, como resultado de los ácidos gálicos (que también se encuentran en las agallas, en las hojas de té, en la corteza de roble y de otras plantas) y ácidos tánicos (que tienen propiedades antioxidantes y astringentes) que se encuentran en ella. Las cualidades aromáticas del Loto ya eran aprovechadas desde el Egipto Clásico. Tumbas y sarcófagos contienen representaciones de escenas que contienen figuras femeninas con un loto prendido en el cabello o bien oliendo o dando a oler esta flor. Hay evidencias de que también se usó como adorno funerario, en el interior del  sarcófago de  Tutankhamon se encontraron dispersados restos de flor de loto.
Es el loto una alegoría del nacimiento divino, ya que el dios Brahmán emerge del ombligo de Vishnú sentado sobre una flor de loto para crear el universo.

Esta flor crece en zonas donde hay mucho fango, emerge a la superficie exhibiendo su imponente belleza. Antiguamente se creía que  durante el día se alzaba sobre la superficie para florecer y que al caer la noche se cerraba y se hundía bajo el agua. En realidad, los capullos para llegar a la superficie, pasan un período de dos a tres días, y cuando están listos, se abren.

Debido a ese proceso de subir y bajar a la superficie del agua, los egipcios en su mitología, relacionaban al loto con el acto de renacer y con el Dios sol: Ra el "Gran Dios" anónimo, demiurgo, dios solar de la Heliópolis. El largo tallo del loto representa el cordón umbilical que une al hombre con su origen. Del mismo modo, la flor en sí, alude a la perfección, a la iluminación Y a la aspiración esencial de alma humana.

El loto, debido a que brota en aguas estancadas, se ha relacionado con el "océano primigenio", que dio origen al dios Itemu, cuyo nombre griego es Atum, el dios egipcio que se creó a sí mismo y que Mediante su conciencia, creó a los demás dioses. Según la mitología egipcia, de ella también surgió el dios Nefertum, considerado el dios de los perfumes.

En la India, la flor representa la divinidad, fertilidad, riqueza, conocimiento e ilustración, siendo actualmente su símbolo nacional. Está asociada con Lakshmi, la diosa de la abundancia, quien provee prosperidad, pureza y generosidad. Simboliza la  pureza, lo sublime, la belleza y todo lo que es bueno. A su vez es venerada en el brahmanismo como "Madre de la creación", y hasta se dice que Brahma, el soberano hindú de todos los dioses también nació de una flor del loto.

Los Buddhas en meditación son representados sentados sobre flores de loto, aludiendo así a la madurez de la meditación (dhyâna) simbolizada por la flor de loto abierta, cuyo centro y pétalos llevan grabados símbolos de figuras de diferentes Buddhas y Bodhisattvas así como sus atributos, o bien va acompañada de figuras complementarias, según su carácter o sus funciones. Del mismo modo, los centros de consciencia en el cuerpo humano, están representados por flores de loto provistas, según sus funciones, de un número mayor o menor de pétalos y con diversos colores que se corresponden con su particular naturaleza.

La posición de loto (o la asana padmāsana) es una postura en la que se está sentado con las piernas cruzadas, teniendo cada pie ubicado hacia adentro, encima del muslo opuesto. En el hinduismo y el budismo esta postura es la ideal para la práctica de la meditación. Los Yoguis afirman que esta posición mejora la respiración y la estabilidad física.

Para el arte Budista, la Flor del Loto es  símbolo de la primigenia naturaleza de Siddhartha, por su hermoso florecer y por la imposibilidad del agua de adherirse a él, le da esa apariencia siempre reluciente que lo caracteriza. He allí que encontramos a Buda Gautama representado en esta posición.
Principalmente la alegoría principal del loto representa ese acto de salida de la oscuridad del estanque de la vida terrenal y mundana, que sube, que sale del agua  a la superficie divina para abrirse a la presencia de Dios distanciándose de la mezcla que forma ese fango, de esa tierra y esa agua, a pesar de haber nacido de ellas.

Existe la expresión: “Poner los pies de loto de Krishna sobre nuestras cabezas” Esto quiere significar poner toda tu envidia, toda tu lujuria, todo tu orgullo, toda tu codicia, toda tu ira y toda tu ilusión, todo esto, a los pies de Dios, de la divinidad; ha que hacer esto en un acto de ofrenda y a la vez de entrega personal, un acto de “dejarse hacer” por la presencia de Dios para ser limpiados por él. En el bhakti yoga, hay un mantra primordial para el yoga y la meditación, que habla de “la flauta de Krishna entona la canción del servicio a los pies de loto de Radharani” (gayatri muralista kirtana-dhanam radha-padam-dhimahi). Esto nos recuerda que diariamente aparte de meditar, necesitamos de ese acto de humildad, de poner los pies de Dios sobre nuestras cabezas, postrarnos ante su presencia….y esto nos recuerda a las alegorías de la flor de loto.


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